Historia


El movimiento tuvo su origen en San Francisco (California) en septiembre de 1992 como una forma de reunir a diferentes colectivos en una reivindicación festiva del espacio público, protestando de las condiciones del tráfico motorizado y, rápidamente se extendió  a otras ciudades alrededor del mundo. La idea fue bastante simple, concebida por una persona que la difundió entre otros ciclistas. La prominente comunidad de mensajeros, primer colectivo en sumarse a la iniciativa, se encargó de pasar la idea de boca en boca. Mientras tanto, alguien se dedicó a repartir panfletos entre los ciclistas en pleno centro del distrito financiero.

 

A la gente le gustó la experiencia y decidideron que se convirtiera en una costumbre. Así, desde entonces y una vez al mes, se reúnen en el mismo lugar a la misma hora. No hubo necesidad de organizar o dar publicidad, la cita quedó programada por sí sola. Tampoco fue necesario pedir permiso, ya que los encuentros eran espontáneos.

 

En el primer pedaleo, bajo el nombre de «The Commute Clot» (el coágulo de viajeros) fueron unos 30 ciclistas, número que se fué duplicando durante los meses siguientes. La Masa Crítica fue consolidandose y creciendo en San Francisco, llegando a reunir mas de 1000 ciclistas en octubre de 1993, empezaba a ser conocida entre los/las ciclistas en la ciudad -aunque las autoridades de la ciudad todavía no habían registrado su existencia- y esparciendose por otras ciudades. La policía de San Francisco y el alcalde Frank Jordan repararon en ellos y buscaron la manera de tratarlos. En junio de 1997, cuando la Masa Crítica estaba cercana a cumplir los cinco años de existencia, el nuevo alcalde Willie Brown puso atención en el movimiento, demostrando que no tenía ni idea acerca de lo que éran cuando hizo los comentarios que motivaron la gran concentración de julio de 1997 y los disturbios con la policía (ver We Are Traffic!).

 

El conjunto de concentraciones ciclistas que tienen lugar en diferentes ciudades ha llegado a constituir un movimiento a gran escala, descentralizado y popular.

En definitiva, la Masa Crítica es simplemente un grupo ciclista que pedalean juntos durante un rato en una ruta establecida o no, reclamando ese espacio público que la cultura del coche nos ha robado.

A las personas que asisten a estos actos se les acuña el termino de “Masser» Masacritero, una manera popular de clasificar a una nueva anónima ciudadanía que sin saberlo ponen en práctica cotidiana las grandes teorías de pensadores como el francés Michel Foucault (creando estrategias colectivas para luchar contra el “biopoder”) o el italiano Toni Negri (poniendo el cuestión la soberanía del “imperio” y generando espontaneamente una multitud como sujeto revolucionario).

 

– El nombre:

 

El nombre de la Masa Crítica se cogió del documental sobre ciclismo de Ted White, Return of the Scorcher – 1992. En el reportaje, George Bliss (diseñador estadounidense de bicicletas) describe una típica escena en China, donde los ciclistas a menudo no pueden cruzar las calles por la cantidad de coches que circulan y por la falta de semáforos. Lentamente, más y más ciclistas se amontonan esperando para cruzar la calle, y cuando hay un número suficiente – una «Masa Crítica» como George Bliss lo llamó – moviendose todos juntos pueden avanzar sobre los coches y cruzar la calle; esta fué la imagen que inspiró a los primeros ciclistas a adoptar el nombre de Masa Crítica.

 

Cuando la gente se reúne con sus bicicletas, pueden llegar a tomar el control de las calles de la ciudad, si su número es suficientemente grande. La relación de poder con los conductores de automóviles cambia: un/a ciclista puede ser atropellado/a, cinco pueden ser intimidados, pero cincuenta o cien ciclistas ¡reclaman la calle! El término está identificado con teorías sociales que dicen que una revolución social es factible cuando se alcanza una cierta cantidad, es decir una «Masa Crítica» de apoyo popular.