Está claro que el uso de la bicicleta como medio transporte conlleva consecuencias, muchas preguntas importantes e interesantes surgen cuando intentamos llevar a cabo esta tarea tan simple. ¿Por qué hay tan poco espacio abierto en nuestras ciudades donde la gente pueda relajarse y relacionarse, sintiéndose libre del mercadeo incesante de la vida ordinaria? ¿Por qué se obliga la gente a organizar sus vidas alrededor de un automóvil? ¿Cómo sería una alternativa de futuro?
Con la masa crítica no se pretende responder a estas preguntas (o sí). Lo que sí está claro es que tiene cierta relación de concienciación con el entorno que nos rodea.
– Xerocracia:
Es una palabra usada para describir el sentimiento predominante de la Masa Crítica. La palabra combina las ideas de burocracia cero y la libertad total de fotocopiar. Nadie está a cargo, y cada uno es libre de hacer fotocopias de sus ideas y distribuirlas.
No existe un frente común por el que la gente vaya a la Masa Crítica, como un intento de conseguir más carriles bici (aunque esa meta exista) o para protestar este o ese aspecto del orden social (aunque tales sentimientos se expresen frecuentemente).
Al contrario, cada persona es libre para inventar sus propios motivos para participar y es libre también para compartir esas ideas con otros. Algunas personas están allí para promocionar el transporte mediante energía humana como una alternativa viable, otros buscan el respeto de los conductores de vehículos motorizados y de los proyectistas urbanos y otros participan simplemente porque les gusta ir en bicicleta y tener un sentido de comunidad con todos los otros ciclistas en los paseos de la Masa Crítica.
En San Francisco, la distribución de fotocopias constituyó la parte más importante de la organización de la Masa Crítica. Se evitaron políticas centralizadas, con líderes oficiales, consignas, etc., en favor de un sistema más descentralizado. Nadie se hace cargo. Las ideas se diseminan, las rutas se comparten, y se busca el consenso mediante las copiadoras omnipresentes en cada trabajo o en la copiadora de cada barrio – una ‘Fotocopiacracia’, en la que cada cual es libre para hacer copias de sus ideas y distribuirlas. Los folletos, y calcomanias circulan alocadamente antes, durante, y después del paseo, haciendo innecesaria la presencia de líderes y asegurando que estrategias y tácticas son entendidas por la mayor cantidad de gente posible.
La Fotocopiacracia se utiliza para dar argumentos y no para realizar ataques moralistas contra los conductores de vehículos a motor u otras tendencias improductivas. Presentando el uso de la bicicleta como una alternativa positiva y divertida a la melancólica acción destructiva de la cultura del automóvil, la Masa Crítica establece un enfoque visionario del transporte urbano.
– Trasfondo:
Al contrario de lo que se pueda pensar, este tipo de actitud no conduce al caos, sino a una atmósfera festiva y de celebración, siempre y cuando se conozcan los ideales y el respeto. Se toman precauciones para evitar los errores comunes de otros movimientos o protestas. El trasfondo de la M.C. jamás tendrá intenciones negativas y destructoras. Hay que verlo como una oportunidad, como una opción más a tener en cuenta en el día a día o como quiera interpretarse la M.C., que al fin y al cabo es un punto de expresión social libre, y eso es lo que le da fuerza.